Cambiar el sonido del ventilador por el de los mosquitos
puede ser una buena forma de pasar una noche de mates lavados, de intentar
atrapar un viento inexistente, de cantar una y otra vez el mismo pedazo de una
canción que no me se entera, que ni si quiera me gusta.
Todos duermen y en la quietud del sueño una nube cruza el
cielo como un auto en la ruta.
Desde abajo veo todo el viaje, y desde arriba veo el camino
y desde abajo veo las ganas , y desde arriba veo todo el mundo y desde abajo me
saludo y desde arriba me voy y me olvido de una vez por todas de esa canción
que me persiguió todo el día.
Me despierto sin poder creer que estoy en el mismo lugar,
que me pica todo el cuerpo por el pasto , que pasaron nada más que quince
minutos , que ahora hay muchas nubes , que crecen, que llenan todo el cielo ,
que va a llover , que se van a acabar la quietud y el silencio , que el mundo
va a cantar su propia melodía.
Texto: Lucas Fulgi.
Ilustración : Pola.
:)
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